Esas letras que han llenado mis ojos de lágrimas.
Tu imagen de nuevo clavada en mi alma,
Como los cristales de un espejo roto.
Tu dulce mirada vuelve a mis pensamientos,
Sin poder estar junto a ti.
Maldita soledad que me engaña,
Que maltrata a esta pobre lunática,
Obsesionada con los recuerdos,
Débil ante la nada,
Frágil al imaginarte cerca.
Te siento tan lejos,
Que mi condena será ésta:
Quererte sin tenerte,
Sentirte sin tocarte,
Notarte sin verte.
Tus manos sujetando otras,
Besando mis besos,
Desasosiego en mi alma
Que grita sin voz,
Que se muere lentamente
Necesitando tu mirada.
Dichosa locura,
Guardame de esta maldita vida.
Maravilloso dolor incrustado entre mis venas,
No me dejes nunca,
Porque mientras te piense,
Mientras te imagine,
Mientras te sueñe,
Mientras me duelas,
...Seguirás vivo en mí,
Te querré en esta majestuosa condena,
De quererte sin tenerte.
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